Un importante número de costarricenses y algunos extranjeros, se dieron cita hoy minutos antes de las 9:00 am frente a la Defensoría de los Habitantes, donde permanecieron cerca de 2 horas. La Defensora de los Habitantes, Catalina Crespo salió a la calle y conversó algunos minutos con los presentes, dentro de los que se encontraban médicos, biólogos, farmacéuticos, que con propiedad pueden hablar desde el punto de vista técnico y científico.
Dada la complejidad y que en media calle el dialogo es muy difícil, la Defensora aceptó sentarse a dialogar con un grupo dentro de las instalaciones de la Defensoría, donde se le expuso información que posiblemente ella desconocía sobre los efectos adversos y muertes que la sustancia experimental está provocando. Esa reunión fue cubierta por el periodista Marvin Rojas en vivo, por su canal de youtube.
Posteriormente el grupo se dirigió frente al Ministerio de Salud, donde por supuesto el ministro lejos de dar la cara, pidió resguardo de la fuerza pública, que en todo momento se comportaron de manera pacífica con los manifestantes.
El grupo insiste en que no deben ser llamados como «antivacunas», porque en realidad a lo que se oponen es a la obligatoriedad, mandatos que no son propios de países democráticos, donde las personas pueden tomar sus propias decisiones y donde los Estado no son totalitarios, como evidentemente se comienza a ver en Costa Rica.
El grupo denominado Movimiento por la Salud y la Libertad es quien convocó, sin embargó se sumaron otros movimiento como el Grupo Patriótico por Costa Rica y otros, pues coinciden que lo que está en peligro son los Derechos Humanos consagrados en Nuestra Constitución.
El grupo fue bastante numeroso, sobre todo considerando que fue un día laboral en la mañana, donde evidentemente no muchos pueden asistir por razones laborales, e insisten en que tienen conocimiento que el grupo puede crecer y convocar a varias decenas de miles si el gobierno no da marcha atrás con el Decreto que obliga a ponerse una sustancia que aún está en fase experimental, y que hoy fue una llamada de atención que el gobierno y las autoridades no deberían desestimar.
Ya propiamente en el Ministerio de Salud, los presente gritaron al unísono «FUERA SALAS, FUERA SALAS», en alusión a que el ministro Daniel Salas debería renunciar, pues ya es considerado un tirano y un dictador, que ya está provocando mucho más daño que el beneficio que en algún momento muchos pensaron.
Desde ya, el movimiento avisa que la lucha apenas inicia y que no se detendrán en su lucha desde el campo legal y desde las calles las veces que sea necesario, pero que no aceptarán ni la obligatoriedad ni las medidas discriminatorias que pretende el gobierno a partir del 1° de Diciembre.