“Vengo a reafirmar que estoy en contra de la obligación de la vacuna y de la coacción que ha venido dando…”

“Confirmo que estoy en contra de la aplicación del código QR, por la discriminación y segregación que causa en las personas que no desean vacunarse, entre otras cosas…”

“Me opongo a que existan secretos de Estado o cláusulas de confidencialidad cuando se trate de contratación con recursos públicos, con recursos de todos los costarricenses…”

Así lo ha dejado claro en su página de Facebook el candidato a la presidencia de la República, Sergio Mena Díaz.

Esas declaraciones son totalmente congruentes con otras que ha dicho en días pasados, y con la posición que tiene su candidata a la vice presidencia, la actual diputada Shirley Díaz Mejía.

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Existen Tratados Internacionales que garantizan el consentimiento libre e informado a toda persona antes de recibir diagnostico o tratamientos preventivos o terapéuticos, y existe un criterio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de éste año que dice que todo país debe garantizar ese consentimiento a cada persona que vaya a recibir la vacuna contra el covid, y evidentemente un consentimiento libre es justo lo opuesto a los criterios de obligatoriedad.