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La glándula pineal es una pequeña estructura que en la gran mayoría de los vertebrados se encuentra ubicada en el techo del diencéfalo. En el ser humano, está en el centro del cerebro y presenta un peso que va de 100 a 200 mg y mide de 5 a 8 mm de longitud y 3 a 5 mm de ancho, más o menos como un grano de lenteja.

Su principal función es regular los ritmos circadianos (sueño-vigilia), secretar melatonina, hormona con fuerte efecto sobre la acción gonadal, además de efectos oncostático, geroprotector, antioxidante así como un importante rol inmunoprotector también ha sido descrita en el tratamiento de enfermedades degenerativas, tales como la enfermedad de Alzheimer.

También es conocida como la hormona de la juventud porque elimina los radicales libres de nuestras células, es decir, es un antioxidante natural que retrasa el envejecimiento, además de su gran poder inmunológico frente a la mayoría de las enfermedades. Hoy te contamos todo sobre esta glándula clave para potenciar tu creatividad.

Además de sus funciones biológicas, distintas corrientes de autoconocimiento y transformación personal, que indagan en aquello que la ciencia todavía no quiere comprobar, consideran que la glándula pineal es una suerte de botón espiritual que nos conecta con otras dimensiones, con la potencialidad de nuestras emociones, nuestro ser, nuestra alma.

«Es el regulador del regulador, ya que todos los ciclos de nuestro cuerpo están controlados por la glándula pineal: ciclo menstrual, ciclo de desarrollo sexual, ciclo de sueño y vigilia, entre otros», explica Federico Caivano, instructor certificado del Método Cyclopea de activación interna de la glándula pineal, una disciplina que busca ampliar todas las posibilidades inexploradas que se le atribuyen a esta área del cerebro.

Pese a todas las virtudes de la glándula pineal a nivel físico, ocurre que su desarrollo se atrofia a edades tempranas en los niños. Entre los 6 y 10 años alcanza el punto límite de segregación de melatonina y a partir de allí comienza a decrecer, generalmente a causa de factores externos de contaminación.

El tema no es nuevo, de hecho, ya lo dijo René Descartes en su momento: que es aquí donde se asienta el alma del ser humano y aquí donde, según nos indican las tradiciones más místicas, se sitúa el “tercer ojo”.

Las teorías sobre el enclaustramiento anatómico del componente espiritual del ser humano anclan sus raíces en las primeras manifestaciones del pensamiento filosófico y en el nacimiento de las religiones, aunque la comunidad científica tampoco ha sido ajena a este desarrollo discursivo.

Precisamente, una de las hipótesis más curiosas y elaboradas de la historia sobre el asiento corpóreo del alma humana se debe a uno de los grandes pilares de la reforma científica del periodo moderno, el filósofo francés René Descartes (1596-1650). En este ámbito de la fisiología, Descartes nos dejó la mayor parte de su legado en su obra póstuma, El tratado del hombre (1664), tal vez la obra que más influyó en la concepción de la neuropsicofisiología humana durante todo el siglo xvii y que puede ser considerada como el primer libro de texto europeo de esta materia.

El eje central de la doctrina neuropsicofisiológica cartesiana es la capacidad del alma de dirigir el funcionamiento del cuerpo humano desde un asiento físico, cuyo emplazamiento sería la glándula pineal.

Sin embargo, más allá de estos enfoques paralelos a la ciencia, la realidad que hay detrás de esta pequeña glándula supera en mucho todo lo que nos hayan podido contar. Estamos ante una glándula esencial para el bienestar y que bien merece conocerla en profundidad.

Así, según el método Cyclopea, se considera que para potenciar y seguir beneficiándose con las funciones de esta glándula es necesario volver a activarla.

Explica Federico Caivano que a medida que vamos creciendo nuestro sistema inmunológico se debilita, nuestro cuerpo físico comienza a deteriorase lentamente, perdemos la capacidad de tener ese sueño reparador que es característico de la infancia (ya no dormimos más «como un bebé»). Al mismo tiempo se modifica nuestra capacidad creativa y vamos perdiendo esa conexión natural con una energía superior y nos empezamos a sentir victimas en lugar de creadores de nuestra realidad.

A muchas personas les ocurre que aunque tienen una vida feliz, sienten un vacío permanente. Están buscando algo que los complete y no saben qué es. Esa incertidumbre permanente, los gobierna y les genera malestar. Elevando la frecuencia vibratoria es posible dar respuesta a ese interrogante, es la manera que ese ser podrá encontrarse con su verdadero propósito.

Federico asegura que somos creadores de nuestra vida. Todo el tiempo estamos creando, incluso aquellas situaciones que nos resultan difíciles de atravesar, también son resultado de nuestros actos creativos. Lo que marca la diferencia es la frecuencia vibratoria en la que nos encontramos en ese momento.

A través de los sentimientos podemos comprobar en qué frecuencia nos estamos moviendo. El sentimiento de más baja frecuencia es el miedo y de ahí parten todos los otros sentimientos de baja frecuencia como la angustia, la bronca, la envidia, etc. En contrapartida, el sentimiento que me conecta con las frecuencias vibratorias más elevadas, es el amor.

De acuerdo a esta premisa, somos responsables de la vida que tenemos y por lo tanto así como fuimos capaces de crearla somos capaces de modificarla a gusto y piacere. Pero no basta con desearlo, es necesario sentirlo ya que el resultado de mi creación será el perfecto reflejo del sentimiento que me atraviesa en ese momento.

  • Así, algo esencial que deberíamos considerar y tener muy presente es que esta glándula es muy sensible a factores como la contaminación, la luz eléctrica, el estrés y la deficiencia en vitamina D.
  • Por otro lado, es interesante saber que la glándula pineal es la estructura del cerebro que más sangre recibe. De hecho, recibe casi la misma que los riñones.
  • Sin embargo, pierde funcionalidad una vez llegamos a la adolescencia.
  • A medida que maduramos, la glándula pineal tiende a calcificarse.
  • Una glándula pineal calcificada pierde su funcionalidad, con lo cual, no solo sufriremos alteraciones del sueño, cansancio, debilidad o problemas de memoria, sino que tendremos mayores probabilidades de llegar a una vejez con un cerebro menos ágil en capacidades cognitivas.

Los beneficios de activar la glándula pineal tiene que ver con diversos aspectos biológicos, siendo el más importante el de poder dormir con una mejor calidad o mayor calidad de sueño para despertar y tener mucha más energía, ánimo, entusiasmo y poder enfrentar la vida cotidiana. Hoy día sabemos a través de múltiples estudios que es muy distinta la cantidad de horas de sueño, a la calidad del sueño, hay una anécdota que nos cuentan, que Da Vinci por ejemplo, podía dormir 15 minutos cada cuatro horas y poder seguir creando constante y permanentemente.

Otro de los aspectos que son beneficios de la activación de esa pequeña glándula, tienen que ver con un aspecto que se genera producto de la ubicación de esta glándula, que es la maximización del potencial creativo, nosotros a nivel cerebral tenemos un proceso que se denomina interacción hemisférica. El hemisferio izquierdo ― la razón, la lógica, el intelecto ― y el hemisferio derecho ―las emociones, la intuición―. El lado derecho es el femenino y el lado izquierdo es el lado masculino.

Cuando se produce la activación de esta glándula, esta interacción hemisférica o este voltaje o corriente que circula en nuestro cerebro comienza a ser mayor. Eso en qué se traduce: se traduce en que mejora la memoria, mejora la concentración, se me ocurren nuevas cosas y mejores cosas, las nuevas ideas, nuevas inspiraciones, control y la dirección de nuestra atención, desarrollar un mayor foco frente a los propósitos u objetivos que nos estamos enfrentando o que queremos lograr, tanto en la vida cotidiana como en el trabajo, y algo importantísimo es que nos da un mayor entendimiento de todo aquello que no es lo aparente, es decir, nos hace capaces de ver mucho más allá de aquello que se nos dice.

En la coyuntura actual, la glándula pineal activada y en buen funcionamiento es esencial para que no nos engañen, y es quizá la razón por la vemos personas que aunque tiene cosas demasiado evidentes que para muchos son evidentes y lógicas, no las logran entender, y la razón probable para ello es que tienen calcificada y atrofiada su glándula pineal.

La muy buena noticia es que si existen forma para recuperarla, y la experiencia de hacerlo es una mejor comprensión de todos los temas que nos rodean y una mucha mejor calidad de vida y por supuesto una mejor calidad de salud, tanto física como mental.

Ejercicios de la Glándula Pineal para su reactivación

La ciencia médica se refiere a la glándula pineal como “el tercer ojo atrofiado”. A la edad de 12 años, que ya ha calcificado y endurecido y en la edad adulta, es latente y atrofiado por falta de uso. La investigación reciente revela que el fluoruro, el cual es un aditivo tóxico para el suministro de agua y pasta de dientes, se acumula en la glándula pineal donde causa estragos.

Hay una antigua técnica que se ha transmitido a través de los siglos para la reactivación de la glándula pineal. La técnica produce los mismos resultados que los monjes tibetanos logran a través del trance de la meditación . Esta técnica de ejercicio no debe ser iniciada por alguien que no se siente listo para explorar más altos reinos de la conciencia más allá de los cinco sentidos.

Para comenzar el ejercicio, es necesario encontrar el tono vibratorio derecha. Tararear la palabra “amor”. No tararear en voz baja o alta con tono pero en algún punto intermedio. Cuando encuentre el tono adecuado, que resonará con usted.

Sentarse cómodamente con la espalda recta y los ojos cerrados y escanear su cuerpo para detectar cualquier signo de tensión.

Tomar 3 respiraciones largas y profundas por la nariz y exhala toda la tensión a través de su boca.

Visualizar su tercera apertura de los ojos a un universo amoroso, donde todo lo que existe es la felicidad.

Tome otra respiración profunda por la nariz y mantenerla durante unos segundos.

Justo antes de exhalar, frunce los labios y el lugar de la lengua entre los dientes.

Presione hacia abajo suavemente en su lengua con los dientes.

Al exhalar lentamente a través de los labios fruncidos, en voz alta tararear la palabra “amor” y vibrar el sonido V hasta que todo el aire es expulsado de los pulmones.

Repita este ejercicio cuatro veces más y toma unos pocos momentos de descanso entre cada repetición. Para activar la glándula pineal, es necesario repetir este ejercicio de nuevo durante dos días más en una fila a las 24 horas de diferencia. Todo el ejercicio solamente se tiene que hacer una vez para ser eficaz. Junto con los ejercicios de meditación, puede tomar seis semanas o más para experimentar sus habilidades recién despiertos.

Por admin

Un comentario en «TODO SOBRE LA GLÁNDULA PINEAL»

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