En ésta segunda parte queremos poner otros aspectos en perspectiva.

1.- Nosotros somos de la tesis de que un político tiene una vida útil, alcanza un clímax -donde puede o no lograr el objetivo-, pero después de ese pico alto, su descenso será imparable y no hay retorno.

Para ilustrar esa hipótesis, vamos a dar varios ejemplos:

Rolando Araya Monge:  Tuvo su momento, su oportunidad en el año 2002 con el PLN cuando recibió 475.030 votos en primera vuelta y 563.202 votos en el balotaje, quedando en ambas oportunidades en segundo lugar contra Abel Pacheco.   Su ambición por ser presidente lo llevaron a irse de Liberación y quiso regresar como candidato presidencial para las elecciones del 2010 con otro partido, que sin tener opción alguna termina dándole su apoyo a Luis Guillermo Solís del PAC. Y ese fue su entierro político.

En el 2018, reaparece como candidato a diputado por un partido provincial que creó para buscar una diputación llamado TODOS, donde obtiene 8,062 votos.  En 2021 regresa a Liberación y se postula como precandidato obteniendo 113.389 votos pero mayoritariamente NO de liberacionistas, sino de antiliberacionistas que acudieron a votar por él tratando de impedir que Figueres fuera el candidato.

Se va de nuevo de Liberación y se postula con Costa Rica Justa donde obtiene 19.500 votos (proyectados). 

Otto Guevara: 5 veces candidato presidencial. En 2002 logra 25.815 votos, en 2006 logra 137.710 votos y ya es tercera fuerza, en 2010 se consolida en esa tercera posición y obtiene 399.788 votos, siendo ese año su pico más alto. En 2014 obtiene 233.064 votos y en 2018 logra apenas 21.859 votos.  Para el 2022 reaparece como candidato a diputados por San José por el partido Unión Liberal que estaría obteniendo unos 11.000 votos a su favor, mientras que el candidato presidencial Federico Malavassi estaría obteniendo apenas unos 7.330 votos en todo el país.

Walter Muñoz: Su mejor resultado lo obtiene en la elección de 1998 con 19.934 votos que lo convierten en diputado gracias a su doble postulación. En el 2002 obtiene 6.235 votos, en el 2006 saca 5.136, 2.049 en 2010 y en el 2014, 3.042 votos, corriendo él como candidato presidencial. Para el 2018 le cede la candidatura al Lic. Juan Diego Castro y el PIN logra 193.079 votos y Walter Muñoz regresa al Congreso, pero de nuevo se postula en el 2022 y logra 3.300 votos.

Rodolfo Piza: Candidato por el PUSC en el 2014 obtiene 123.653 votos. En 2018 obtiene su climax y lo votan 343.587 personas también como candidato del PUSC. Se suicida aceptando un puesto en la administración del PAC con Carlos Alvarado. Intenta regresar al PUSC y le cierran las puertas, se postula con el Partido Nuestro Pueblo en el 2022 y obtiene 3,500 votos.  El mensaje del pueblo es más que claro.

Rodolfo Hernández: Su momento fue el 2014 tras ganar la convención del PUSC, pero renuncia a esa posibilidad siendo reemplazado por Piza. En esa elección tenía todo a su favor para ser Presidente. Regresa en el 2018 como candidato del partido Republicano y obtiene 106.401 votos, repite en el 2022 y sólo logra 12.000 votos a su favor.

Hay más ejemplos, sin embargo los mencionados son suficientes para demostrar nuestra tesis, pero antes de analizar los partidos, vamos a referirnos al caso de Fabricio Alvarado.

Fabricio Alvarado :  En el 2018 en primera ronda obtiene 537.992 votos con el partido Restauración. Se separa y crea el Partido Nueva República, participan en las elecciones Municipales del 2020 sin obtener casi resultados favorables. Se postula por segunda vez como candidato presidencial y obtiene 307.000 votos. Es decir que de una elección a otra perdió el apoyo de más de 230.000 personas. Algunas personas afirman que esa pérdida es porque muchos siguieron con Restauración, lo cual es TOTALMENTE FALSO, pues ese partido obtendría tan solo unos 11.300 votos.

2.- Los partidos políticos también son susceptibles a ese efecto, sin embargo éstos si pueden sobrevivir en el tiempo y renacer -al menos por una elección-  si logran un candidato muy fuerte y posicionado, como el ejemplo descrito antes con el PIN con Juan Diego Castro.

Veamos el ejemplo del PAC que es el más notorio:

En su primera participación en el 2002, obtiene 400.681 votos y logra 14 diputados. Su mejor momento numérico lo alcanza en el 2006 donde logra 646.382 votos y lleva a la Asamblea Legislativa a 17 diputados. A partir de la siguiente elección (2010), no logra nunca más los votos que obtiene en el 2006, aunque llega a alcanzar dos gobiernos consecutivos en segunda ronda.

En 2010 obtiene 478.877 votos y baja a 11 diputados. En 2014 logra 629.866 votos y 13 diputados, pero en 2018 se les cae el apoyo a 464.474 votos y eligen 10 diputados, aunque logran ser gobierno. Para 2022, reciben únicamente 13.750 votos y no eligen diputados.  Un muerto que será muy difícil de revivir.

Otro ejemplo es el Partido Restauración Nacional, que fue protagonista circunstancial en una elección, pero que regresó naturalmente a su estado normal. Su fundador Carlos Avendaño, había sido diputado bajo el partido Renovación –el de Justo Orozco-, logra su segunda vez ya como Restauración (partido provincial) en el 2010 y astutamente para el 2014 le ofrece el primer lugar por San José a una cara conocida, Fabricio Alvarado y lo pone de diputado, logrando él como candidato 27.675 votos.  Para el 2018, Restauración postula a Fabricio Alvarado y en algo atípico y fuera de serie, por circunstancias que todos conocemos, en primera ronda ese partido logra 537.992 votos y eligen 14 diputados.  Fabricio se separa y la mitad de esos diputados se van con él, hacen partido aparte y para el 2022, con Cruickshank como candidato, logra 11.300 votos y no elije diputados.  Un caso igual al que vimos del PIN, un candidato los hizo tener un trepón ficticio, pues como partido no tienen militancia importante ni líder que los pueda poner en las finales, sin tener que recurrir a personas ajenas a su agrupación para lograrlo.

3.- El Partido Nueva Generación merece ser tratado como un caso excepcional, pues a nuestro parecer aún no logra alcanzar ese clímax o punto alto como partido político, y a diferencia del resto de partidos se mantiene en crecimiento durante las 5 elecciones en que ha participado.

Veamos: Aparece en el 2014 y su candidato Sergio Mena obtiene 5.882 votos como presidente, y para diputados logran 13.504 votos. En el 2016, en elecciones municipales logran 3 alcaldías y regidores en muchos otros cantones.  Para el 2018, Sergio Mena repite como candidato y logra 16,329 votos, y 15,179 votos para las diputaciones a nivel nacional. En 2020, en elecciones municipales logran 4 alcaldías y aumentan considerablemente su presencia con regidores en más cantones. Para el 2022, con la cifra record de 25 candidatos presidenciales, obtienen 12.500 votos para presidente, pero aumentan considerablemente el apoyo para diputados a nivel nacional con 38.650 votos, aunque sin obtener curules. Si sumamos los votos para presidente y los de diputados en las tres elecciones en que ha participado, obtendríamos: 2014 = 19.386 votos  /  2018 = 31.508 votos   /  2022 = 51.150 votos.

4.- Desmintiendo rumores

Seguidores de Nueva República y de Fabricio Alvarado, acusan al PNG, a los “anti vacunas” y a Sergio Mena de ser culpables de que Fabricio no llegara a segunda ronda. FALSO.
La diferencia entre Chaves y Fabricio será de por lo menos 38.900 votos, y si TODOS los 12.500 votos que obtuvo Sergio Mena hubiesen votado por Fabricio, no le habrían alcanzado para ponerse en segundo lugar. Por lo tanto esa afirmación resulta TOTALMENTE FALSA.

Seguiremos analizando lo ocurrido el pasado 6 de febrero desde distintas ópticas, porque no podemos seguir cometiendo los mismos errores y esperar resultados distintos.

Prometemos también un amplio análisis de la próxima Asamblea Legislativa y lo que podemos esperar en los próximos 4 años.

Estamos frente a la peor de las opciones. Eran 300 posibles combinaciones que se podían dar, y debemos elegir entre la peor de todas. En próximas publicaciones analizaremos los pro y los contra de la elección del 3 de abril próximo.