¿Por qué es vital la conformación de la próxima Asamblea Legislativa, mucho más que quien asuma la Presidencia de la República?

Voy a hacer un poco de historia antes de explicar y dar respuesta a esa pregunta.

Antes de la elección del 2002, la Asamblea mantenía 2 grandes fracciones (PLN y PUSC) y una tercer fracción pequeñita a la que le llamaremos otros, que no pasaba de 5 diputados.

Esa composición, por lo general se cruzaban según el partido que alcanzara la Presidencia, tal y como se ve en el gráfico que recoge los datos de la Asamblea que inició en 1986 y la que salió en el 2002. Hasta ese momento, aunque el partido en el gobierno a veces lograba 29 diputados (mayoría absoluta o simple), para lograr mayoría calificada (38 votos), debían ponerse de acuerdo esas dos grandes fracciones, y hasta ese momento, el parlamento avanzaba.

A partir de la elección del 2002, se rompe el bipartidismo legislativo, y aparece una fracción importante del PAC (hijos del PLN) y otra fracción también importante del ML (hijos del PUSC).

Por extraño que pueda sonar, aunque el PLN pasa de 23 legisladores en el periodo anterior a sólo 17, la verdad que muchos no ven, es que los 17 verdes más los 14 del PAC hicieron 31 votos, y aunque cobijados bajo dos banderas diferentes, en la Asamblea siempre el PLN ha contado con los votos del PAC, y el PAC con los de Liberación.

En el período 2006-2010, el PAC logra 17 curules y el PLN 25, lo que les dio los votos suficientes para aprobar con mayoría calificada lo que quisieron.

En el 2010-2014, entre ambos partidos logran 35 votos, y en 2014-2018 logran 31. Y sería hasta el período actual que no logran los 29 votos de mayoría simple, pues entre ambos logran 27 votos, aunque ya sabemos que tampoco les ha costado mucho lograr la votación cuando la han necesitado, pues con el grado de ineptitud que impera en la actual Asamblea, nunca tuvieron oposición.

Hace 10 años, yo escribí un cuento llamado: Oscar Arias, una historia de Terror, porque estaba y estoy convencido que el PAC es obra suya, aunque quizá nunca imaginó que el monstruo creado por él, se le saldría de las manos como evidentemente pasó.

Ese monstruo llamado hoy PLNPAC es lo que los costarricenses debemos destruir, y lo debemos hacer en las elecciones de febrero del 22, porque si no lo hacemos ahora, ya para el 2026 será muy tarde, ya nos habrá devorado a todos.

Cuando pensemos nuestros dos votos (presidente y diputados), debemos sacar de nuestra mente la posibilidad de votar por ese monstruo PLNPAC, ni en una ni en la otra papeleta, y que si logran entre ambos sacar diputados, no sean más de 10…, ahí tendremos al monstruo totalmente moribundo, listo para aniquilarlo y exterminarlo para siempre…, pero mucho ojo, porque ese monstruo dejó crías, y de nada valdría matar al monstruo grande, si alimentamos sus crías que podrían ser mucho peor que el progenitor.

Y cuando hablo de las crías del monstruo, me refiero por supuesto a Rolando Araya disfrazado de Costa Rica justa, me refiero a Rodrigo Chaves, disfrazado de Progreso Social.

Aún hay tiempo de que dejemos de usar la emoción y usemos la razón para elegir, si nos equivocamos otra vez, nos hundimos.

La reconstrucción de Costa Rica se logra en la Asamblea Legislativa, y claro que un buen presidente es también esencial, pero no es lo más importante.

En otro artículo, y cuando estén completamente definidas y ratificadas todas las candidaturas, voy a analizar y a sugerir lo que para mí sería la Asamblea Legislativa Ideal para los siguientes cuatro años, y con la que podríamos tener asegurada la reconstrucción y la recuperación económica, moral y social de la Costa Rica que estamos dejando ir.

Artículo de Opinión por Johnny Schmidt C-. -investigador y analista-